“en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad,” Efesios 1:5
Alguien me quiere
¿Cómo respondo?
Nuevo Testamento Efesios
¿Cuántas veces no ha querido un niño hacerse hijo de algún adulto que ha encontrado? Tal vez por un cariño demostrado o por un evento emocionante el niño dice algo como “¡Quiero vivir contigo!” o “¿Me puede adoptar?”. Ahora, sabemos que por mucho que el niño ruega o solicita, no puede ser adoptado así por muchas razones obvias.
Cuan diferente el asunto cuando unos padres inician el proceso adoptivo y después de cumplir con los muchos requisitos, llegan al día cuando toman a un niño escogido y lo adoptan como el suyo y lo llevan a su casa. El deseo de aquellos padres obviamente le había nacido desde antes, y sin que supiera el niño un proceso había iniciado donde los padres tuvieron como propósito amarlo y adoptarlo.
¿Será que el niño adoptado lo merecía? o ¿Será que el niño adoptado se involucró en el asunto diciéndole a los padres que hacer, o, como hacer las cosas? Para nada. Todo lo que los padres hicieron para poder adoptar al niño, nació de sus propias voluntades.
Qué triste cuando un niño escogido por ser adoptado no quiere, o, cuando llega de edad resiente su adopción. En realidad, si es así, el niño no reconoce el esfuerzo, ni los gastos, ni el trabajo expuesto por alguien para hacer la adopción una realidad. Al final del asunto, cualquier niño adoptado en esencia escoge aceptar o rechazar su adopción, escoge apreciar o despreciar su adopción.
En el sentido espiritual, esa realidad se encuentra en Juan 1:12 – 13 “Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios.” En realidad, Dios hizo el esfuerzo, pagó los gastos e hizo el trabajo para poder adoptar al ser humano (que en realidad no merece nada del asunto por causa de su pecado). Que bofeteada le da el ser humano a Dios cuando rechaza o desprecia la adopción provista.
Reflexión personal
Cuando crece un niño adoptivo y llega a conocer su origen, a veces hay resentimiento, confusión o enojo por lo que le haya pasado en particular en cuanto a sus padres biológicos que por una razón u otra pusieron el niño para ser adoptado. A veces también los padres adoptivos no son tan buenos como se diga. Cuando Dios adopta a uno que cree en el Señor Jesucristo como Salvador y Señor es para el bien. Tomado de la familia de Satanás y puesto en la familia de Dios ¿Qué negatividad o malo puede existir en esto? Tomado de la familia de uno que quiere abusar, maltratar y matar y puesto en la familia de uno que quiere proteger, fomentar y amar. ¡Que riqueza!
Oración
Ayúdame a apreciar el dónde he llegado a estar y a apreciar lo que he llegado a ser por tu buena voluntad. Soy un hijo de Dios porque lo quisiste así. Que mi vida sea digna de ser llamado hijo de Dios para Tu gloria y para Tu honra.
Efesios 1:5
Leer en linea aqui: Efesios 1:5
Haz clic aqui para ver mas sobre el Libro de Efesios.