Gálatas 6:9

“No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos.” Gálatas 6:9

Lo temporal

Lo eternal

¿Cuántas personas tiran la toalla cuando las cosas se dificultan, o se sienten cansadas, o se deciden que ya no vale la pena? Se nota en todos aspectos de la vida:

en el ejercicio
en los estudios
en el trabajo
en las relaciones

Lastimosamente se manifiesta también en lo mas importante de la vida que es lo espiritual.

La Palabra de Dios habla mucho de lo que es “perseverar”, de «resistir», de «luchar». Aunque es un tema muy importante, es también un tema muy mal entendido.

Primero, nadie puede perseverar (o resistir, o luchar) para alcanzar la salvación de Dios. Esto se aclara con lo que leemos en Efesios 2:8 – 9 “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe.”

¿Que significado tendrá entonces el perseverar (o resistir, o luchar)?

Como Pablo menciona aquí en Gálatas, la vida cristiana puede ser cansada. Esto es, por causa de persecución o de pecado o de afanes, nos podemos cansar o desanimar, hasta tirar la toalla. Llegando a este punto, ¿qué bien estamos haciendo para el Reino? o ¿qué fruto estamos produciendo para el Señor? Ya nos desmayamos y no servimos.

Es cierto que es necesario descansar para el bien estar de nuestra salud. Pablo no está diciendo que nunca deberíamos de dormir. Pablo se refiere a lo espiritual, eso es, recordar el “por que” fuimos salvos y el “para que” fuimos salvos. El nos anima de hacer como menciona el autor en Hebreos 12:1 – 3 “Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios. Considerad a aquel que sufrió tal contradicción de pecadores contra si mismo, para que vuestro ánimo no se canse hasta desmayar.”