“Tales cosas tienen a la verdad cierta reputación de sabiduría en culto voluntario, en humildad y en duro trato del cuerpo; pero no tienen valor alguno contra los apetitos de la carne.” Colosenses 2:23
Me parece bien.
Un fin inesperado.
Los Fariseos cayeron en la trampa de pensar tener la verdad cuando en realidad lo que tenían era una esclavitud. Primero se esclavizaron a ellos mismos y en seguido esclavizaron a las multitudes. El Señor Jesucristo condenó esta falsa apariencia de verdad en Mateo 23:13 “Mas ¡ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque cerráis el reino de los cielos delante de los hombres; pues ni entráis vosotros, ni dejáis entrar a los que están entrando.”
Los apóstoles entendieron esa realidad y lo vacío que era. Pedro declaró en Hechos 15:10 “Ahora, pues, ¿por qué tentáis a Dios, poniendo sobre la cerviz de los discípulos un yugo que ni nuestros padres ni nosotros hemos podido llevar?”
Los religiosos están obsesionados con la pregunta ¿Es lícito…? Se fascinan con lo que se puede o no se puede hacer y tal vez más exacto se fascinan con lo que los demás pueden o no pueden hacer. Hay que tener cuidado de aquellos y Pablo nos advierte en 2 Timoteo 3:5 “que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a éstos evita.” Cuidado de lo que pareciera auténtico, pero es fingido y sin realidad.
El diseño del enemigo es presentar algo que no es cierto, si quiere un dulce envenenado. “Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios; por la hipocresía de mentirosos que, teniendo cauterizada la conciencia, prohibirán casarse, y mandarán abstenerse de alimentos que Dios creó para que con acción de gracias participasen de ellos los creyentes y los que han conocido la verdad.” 1 Timoteo 4:1 – 3
La salvación no es someterse a una lista de reglas o de mandamientos. La salvación es ser librado de la esclavitud del pecado para servirle a Dios de buena voluntad y con buena consciencia. Hacer en la luz lo que no se podía hacer en la oscuridad, hacer en vida lo que no se podía hacer en muerte, hacer en libertad lo que no se podía hacer en esclavitud.
Reflexión personal
Cada persona se somete a algo. O se somete a ritos, reglas, auto-castigo y mandamientos de hombre o se somete a Dios. Cualquiera decisión que uno toma, la toma voluntariamente. La diferencia es en el resultado; vacío en mi mismo o lleno en Cristo.
Oración
Padre, que la libertad a que me ha llamado sea usada para ti; como Pablo dice en Gálatas 5:13 “Porque vosotros, hermanos, a libertad fuisteis llamados; solamente que no uséis la libertad como ocasión para la carne, sino servíos por amor los unos a los otros.”
Colosenses 2:23
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