“Y esto lo digo para que nadie os engañe con palabras persuasivas.”
Me engañaste.
Vientos de doctrina.
La Palabra de Dios nos advierte constantemente sobre ese tema del engaño.
Está claro, y más claro no podría ser, hay alguien que nos quiere engañar. La evidencia se presenta desde el principio cuando Satanás engañó a Eva diciendo “¿Conque Dios os ha dicho…?” Génesis 3:1. Desde aquel entonces, Satanás ha estado engañando al ser humano para ganarse seguidores y de igual manera los seguidores de Satanás están engañando para llevar tras sí a multitudes.
Es un hecho que existen engañadores y estos recibirán su recompensa y su castigo. Pero esto no disculpa de ninguna manera a las personas que se dejan ser engañadas. La Palabra de Dios presenta como rebeldes a aquellos que se dejan ser engañado o si quiere prefieren el engaño. En Jeremías 8:5 leemos “¿Por qué es este pueblo de Jerusalén rebelde con rebeldía perpetua? Abrazaron el engaño, y no han querido volverse.”
Si no eres salvo, el enemigo le está engañando con palabras suaves, dulces y elocuentes y tiene como propósito su destrucción eterna. Si eres salvo, como en el versículo citado al principio, el enemigo nos está engañando para destruir nuestro testimonio y para rendirnos inútiles para el Señor.
El enemigo quiere hacernos creer algo que no es cierto. Pero notamos como el enemigo imita lo verdadero para darle una buena apariencia a su engaño. El Señor Jesucristo nos advierte de esa realidad en Mateo 24:23 – 26 “Entonces, si alguno os dijere: Mirad, aquí está el Cristo, o mirad, allí está, no lo creáis. Porque se levantarán falsos Cristos y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si fuere posible, aun a los escogidos. Ya os lo he dicho antes. Así que, si os dijeren: Mirad, está en el desierto, no salgáis; o mirad, está en los aposentos, no lo creáis.”
De igual manera Pablo nos advierte de esa realidad en 2 Tesalonicenses 2:8 – 10 “Y entonces se manifestará aquel inicuo, a quien el Señor matará con el espíritu de su boca, y destruirá con el resplandor de su venida; inicuo cuyo advenimiento es por obra de Satanás, con gran poder y señales y prodigios mentirosos, y con todo engaño de iniquidad para los que se pierden, por cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser salvos.”
Reflexión personal: La Palabra de Dios es verdad. Pablo se juntó con el mensaje de verdad declarando en Gálatas 1:10 “Pues, ¿busco ahora el favor de los hombres, o el de Dios? ¿O trato de agradar a los hombres? Pues si todavía agradara a los hombres, no sería siervo de Cristo.” ¿Con que mensaje me estoy juntando?
Oración: Padre, que ejemplo nos dieron los de Berea quienes en Hechos 17:11 “recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando cada día las Escrituras para ver si estas cosas eran así.” Así quiero ser yo, entendiendo la verdad para no ser engañado.