Libertad en Verdad

Evangelio Soy Inocente

Soy inocente

Una declaración: «soy inocente»

¿Cuántos la han escuchado? ¿Cuántos la han usado? Soy inocente, en particular cuando los padres se acercan y andan mirando algo, soy inocente, o la profesora regresa al aula dentro de un alboroto, soy inocente, una declaración muchas veces equivocada y falsa.

Vamos a notar esta expresión, soy inocente, porque muchas personas delante de Dios, así se presentan como inocentes y vamos a notar lo que la palabra de Dios nos dice al tanto, y vamos a notar también al terminar una persona quien tuvo el derecho en decir soy inocente.

Soy inocente


Job sin inocencia

Vamos al libro de Job para iniciar, el libro de Job es un libro bien interesante, Job se defiende a sí mismo, ahí están discusión con varios amigos, pero después que termina él y después que terminan estos 3 amigos sale otro amigo, quien realmente era amigo porque hablaba las cosas tal como eran, y una sugerencia a todos, no buscan amistades que no te van a hablar la verdad, busca personas, busca rodearse con personas que te van a decir la verdad, que no le van a compartir inventos o filosofías o opiniones, sino que te van a decir la verdad tal como es.

Estos sí son amigos los demás realmente quién sabe lo que son pero amigos no son, porque un verdadero amigo va a desear lo mejor para ti y no en lo terrenal, en lo espiritual, busca rodearse con personas que te van a hablar la verdad de la palabra de Dios para tu bien en esta vida y para tu bien en la eternidad.

Entonces Eliú aquí sale en Job capítulo 33 y llega a Job, Salmos, Proverbios casi en el centro de su Biblia Job 33 encontramos a Eliu y después que los otros hablaron, él empieza a hablar, aunque era más joven, versículo 8, de cierto, tú dijiste a oídos mío y yo oí la voz de tus palabras que decían yo soy limpio y sin defecto, soy inocente y no hay maldad en mí.

Eliu está poniendo a Job por delante las palabras que Job había hablado, y notamos como Job se había defendido a sí mismo como se había presentado, soy limpio, soy sin defecto, soy inocente, y la historia de Job es bastante interesante y si usted se pone a leer, va a notar que Job no era limpio, qué Job no era sin defecto, que Job no era inocente.


¿Es Jehová injusto?

Ya muchas veces uno lee el libro de Job y no se da cuenta de lo que habla y cómo habla, y se pone algo Bravo delante de Jehová y le tira retos a Jehová y le acusa a Jehová de hacer cosas injustas, entonces Job no era realmente no era inocente, pero nosotros en la vida a veces actuamos de la manera que Job actuó, nos pasa algo malo y le echamos la culpa a Dios, yo no sé por qué me está pasando esto soy inocente, es que no he hecho nada malo porque a mí y son pensamientos que tenemos.

Quizá no lo hablamos, pero ya por dentro ya andamos levantando quejas contra Jehová, por lo que nos está pasando, anunciando soy inocente, no lo merezco, viera como he sufrido, no sé por qué a mí me está pasando esto, la realidad es que ninguno somos inocente delante de Dios, ahora tampoco vamos a tirarnos por el lado de ellos que dicen que le está pasando algo malo porque pecaste, tampoco vamos a tirarnos ahí, esto fue lo que Jehová culpó a los amigos de Job y quedó enojadísimo con ellos, porque ellos así dijeron a Job, tiene un pecado escondido.

Por eso Dios te está castigando, no, ya el panorama de la historia de Job es mucho más amplio que es lo que opinaba y lo que sus amigos miraban, no me voy a desviar a contarle toda la historia. Tal vez en otra ocasión podamos desarrollarlo, pero el asunto que la historia dejó tiene que ver con una batalla celestial, espiritual, una batalla entre Satanás y Jehová.

Y Jehová, queriéndole mostrar a Satanás que aquí en la tierra había un hombre, que iba a someterse a Jehová de su propia voluntad y así termina la historia de Job, espero que termina la historia es suya, de oídos, había oído, pero ahora mis ojos te ven.


¿Eres inocente?

Todos hemos escuchado de Dios y todos hemos pintado un cierto cuadro de cómo es Dios, esta bien para iniciar, pero no termina ahí, espero que cada uno llega a reconocer quién es Dios de verdad y tener en su posesión la salvación que Dios quiere dar, pero esa salvación no la va a recibir si no está pensando bien la cosa, si delante de él se está poniendo como inocente, no lograrás tener la salvación que él te quiere dar.

Ahora vamos a brincar al Nuevo Testamento, pero no se olvida lo que dijo Job, yo soy limpio, yo soy sin defecto y yo soy inocente, miramos lo que la palabra de Dios dice al tanto Romanos, capítulo 3, Y aquí también el apóstol Pablo citando del Antiguo Testamento pero vamos a leer lo que él cita y aquí enfrentamos la realidad del asunto.

El ser humano se declara inocente y muchas veces uno lo hace para defenderse, para no sufrir el castigo o las consecuencias de unos malhechores. No, no es que soy inocente, hasta muchas veces andamos culpando a otro, es que él o es que ella o que fue fulano o que fue fulana y esquivamos lo que es la responsabilidad de nuestras acciones.


Escuche mensajes del Evangelio

Mensajes de Evangelio en YouTube


No hay Justo

Qué dice Pablo en Romanos 3, versículo 9.

¿Qué, pues? ¿Somos nosotros mejores que ellos?
En ninguna manera; pues ya hemos acusado a judíos y a gentiles,
que todos están bajo pecado. Como está escrito:
No hay justo, ni aun uno;
Romanos 3: 9 – 10

O sea que no hay inocente, ya no existe limpio, ya no existe personas delante de Dios, sin culpa, más bien dice, no hay quien entienda, no hay quien busque a Dios, todos se desviaron a una, se hicieron inútiles, no hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno.

No son palabras un poquito directas y quizás unas palabras algo duras, pero son palabras reales que nos describen a cada uno, no hay inocente en los ojos de Dios. Y hasta vamos a tirarnos a este asunto.


Formado en pecado

Un bebé, le va a hacer la pregunta, un bebé es inocente delante de Dios, sí o no, y muchos van a ser de un bebecito, claro que es inocente ¿Será?, todos nacimos con la naturaleza de pecado, no existe lo que es un ser humano inocente delante de Dios.

David lo reconoció en pecado fui formado, el reconoció que ya está en el vientre de su mamá, ahí se iba formando un pecador cito y cuando nació, nació con esa naturaleza, naturaleza, pecador, y andamos todos en la misma, nadie aquí nació inocente delante de Dios.

Todos nacemos culpables, no hay justo ni aún uno, todos nos desviaron y la realidad es que nos desviamos, porque andamos perdidos, nadie puede decir, soy inocente delante de Dios, cuántos todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios Romanos 3, versículo 23.


Yo no soy inocente

El viernes un muchacho se me acercó en clase en diriamba y se me acercó en la pausa y me hizo una pregunta y dice mira hermano, anteriormente en la otra sesión al principio del año, usted nos preguntó sobre nuestro testimonio de salvación de nuestra conversión y dice mire desde ese momento yo quedé con una incógnita, una duda, y dice yo como niño empecé a ir a la iglesia y fue en este momento que yo dediqué mi vida a Cristo.

Pero luego creciendo no iba a la iglesia, pero fue a la Universidad y no me de descarrile no me no me tiré la vagancia, pero no andaba haciendo nada para el señor, pero sí había algo que me que me guardaba porque no salía con los amigos, yo quería preservar lo que era el testimonio del creyente, aunque no estaba haciendo nada.

Y la pregunta que él tenía era, ¿soy salvo?, ¿soy salvo?, y ahí interesante la pregunta, verdad, entonces yo le yo le pregunté lo que le había pasado a la edad de unos 6, 7 años, y sabe lo que me dijo una de las primeras cosas, yo reconocí que yo era un pecador y que necesitaba un Salvador, están captando el asunto un niño de 6, 7 años, reconoció que era pecador y necesitaba la salvación de Dios, cuando yo escuché esto, yo me alegré porque para que sea salvo, sabe lo que necesita realizar, que no eres inocente delante de Dios.


Suscribirse a Libertad en Verdad


Cristo salva a los perdidos

Para alcanzar la salvación de Dios usted tiene que identificarse como pecador perdido, destituido de la presencia de Dios, si no, es dudoso que haya alcanzado la salvación, porque Cristo Jesús vino a salvar a quienes, a los que se habían perdido. Jesucristo vino a salvar a los perdidos, a los culpables, a los descarriados, a estos busca Cristo para salvarlos.

Y uno que anda con la actitud de Job, soy inocente, soy limpio, dudoso que alcanza la salvación de Dios, porque no se está mirando bien, no se está identificando delante de Dios tal como eres y la palabra de Dios nos habla claramente de la condición de nuestro corazón y como Dios nos mira a nosotros, culpables, necesitados de un Salvador.

Y el muchacho ya me dijo después, después de reconocer que era pecador y necesitaba la salvación de Dios, dice, yo reconocí que Cristo murió por mis pecados,yo le dije, mire yo no te puedo decir si eres salvo o no, pero me encanta escuchar su testimonio, y realmente me hace pensar en el mío porque yo también era niño, ya ni los ni los 8 años tenía todavía cuando algo parecido me pasó a mí.

Yo reconocí que yo era pecador, sí a una tierna edad, yo tuve que enfrentar la realidad que delante de Dios yo no era inocente, y mire yo era buen niño, bien criado, bien portado, sacaba buenas notas en la escuela, pero yo sabía que yo era, que yo no era inocente.

¿Ha enfrentado usted la realidad? que delante de Dios eres culpable, si aun no lo ha hecho, revise bien su corazón, y no tiene que raspar muy profundo para reconocer que delante de Dios soy culpable, sólo en el día de hoy basta para que cada niño, cada niña, cada joven, cada adulto se reconoce como faltante delante de Dios, culpable delante de él.


Cristo inocente

Vamos a hablar ahora de uno que sí era inocente, nuestra culpabilidad trae consecuencias, consecuencias de muerte, consecuencias de castigo, consecuencias eternas, pero mire, Dios no quiere que el malo perezca. Él no quiere que el malo sea destruido, más bien él quiere que el malo sea rescatado, sea salvo entonces, ¿qué hizo él?

Bueno, vamos 1 de Pedro, hermano Ervin estuvo leyendo ahí en el capítulo 3 y vamos a encajar con 1 de Pedro capítulo 2, y vamos a leer sobre un inocente, uno que sí era inocente, a veces cantamos el himno el inocente cordero de Dios, no es un canto así por así es una realidad. Cristo Jesús como cordero de Dios era totalmente inocente y mire lo que Pedro dice primera de Pedro, capítulo 2, versículo 22, El cual no hizo pecado ni se halló engaño en su boca, inocente Cristo Jesús, totalmente inocente, él sí pudo declarar, soy inocente.

Ahora esta es una declaración de Pedro, quien miró con sus ojos todo lo que aconteció con el Señor Jesucristo. Pedro estuvo ahí cuando llegaron a arrastrar a Jesús y lo llevaron preso, Pedro estaba allí cuando, delante del Concilio, lo acusaron de unas cuantas cosas.

Pedro estaba ahí cuando Jesús fue llevado delante pilato y Pedro miró mucho y dice no que no hizo pecado ni ser un halló en su boca, ahora vamos a la escena con pilato, el gobernador, porque Jesús se sometió al sistema judicial del día para ponerlo así, él se sometió al juicio primero del Concilio de los judíos y luego del gobernador pilato.


Cristo sin ningún delito

Entonces vamos al libro de Luca, y el capítulo 23 y vamos a leer solo unas expresiones que se encuentran aquí para notar que Jesús era inocente, y en el sistema judicial delante del gobernador, o sea, sea el juez con más poder en el distrito, lo declaró inocente.

Entonces Lucas 23 versículo 4, y Pilato dijo a los principales sacerdotes y a la gente ningún delito hallo en este hombre, qué estás diciendo como juez es que es inocente, y así hablando a los religiosos y a la multitud ahí reunidas y que este es inocente, más adelante versículo 14 capitulo 23
Les digo me habéis presentado a este como un que perturba al pueblo, pero habiéndole interrogado yo delante de vosotros no he hallado en este hombre delito alguno de aquellos de le acusáis.

Que está diciendo pilato otra vez está declarando, es inocente ya no tiene culpa, lo están acusando, pero es que no hay nada aquí, más adelante el mismo capítulo, versículo 22, el les dijo por tercera vez, pues qué mal ha hecho éste, ningún delito digno de muerte es hallado en él y le soltaré, esto para aplazar al pueblo, pero que declaró?, ¿qué reconoció Pilato teniendo Jesús delante de él habiendo tenido la oportunidad de interrogarlo, hablar con él, hacerle preguntas, qué es lo que declara?, es inocente, es inocente.


Culpable delante de Dios

Entonces tenemos hoy en esta parte de la predica el Evangelio, a unos que no son inocentes, o sea que son culpables, nosotros, cada uno culpable delante de Dios, no hay inocente, y tenemos a uno que sí es inocente.

Si yo le hiciera la pregunta, ¿quién merece el castigo?, los no inocentes, o el inocente ¿que dirían? ¿Quién merece el castigo? el no inocente o el inocente, es un oyente activo ese bandido.

¿Qué dirían?, levante la mano si piensa que el no inocente merece castigo, levanta la mano, si piensa que el inocente merece castigo, que es lo que sucedió en la historia, y vamos a regresar donde hermano Ervin estaba leyendo, yo no sabía que iba a leer ahí y tampoco sabía que yo leer ahí, pero mira hasta dónde llegamos, vamos a repetir el mismo versículo que he leído, 1 de Pedro 3, y piensan sobre lo que hizo Cristo.


No hay inocente delante de Dios

Ahora aquí no se usa la palabra inocente y culpable. ¿Qué palabras se usan?, ya empieza con J, justo e injusto, versículo 18, porque también Cristo padeció una sola vez, por los pecados, el justo por los injustos para llevarnos a Dios.

¿Quién murió por los pecados en el versículo?, los culpables o el inocente, el inocente tiene sentido, tiene lógica que el inocente muriera, padeciera por el pecado, y realmente ahora en el movimiento social que hay en el mundo, se hiciera una protesta grande, verdad? Clamando injusticia, pero cuánto tiene que ver con Cristo ya nadie se levanta en protesta.

¿Cómo va a reaccionar usted?, enfrentando esa realidad que el inocente murió por los culpables. ¿Cómo va a reaccionar?, el justo murió por los injustos, o sea, el inocente murió por los culpables, ¿cómo va a reaccionar?, sabiendo que delante de Dios eres culpable, y como culpable, ¿qué mereces?, el castigo, pero quién sufrió el castigo, Cristo el inocente, ¿A favor de quién?, a favor tuyo.

Y ahí vamos a terminar, ojalá que nadie sale hoy pensando, soy inocente delante de Dios, por qué no hay inocente delante de Dios, todos somos culpables, más bien fuera bueno hacer como aquel publicano en Lucas que se acercó al señor y ni quiso alzar la cabeza, se golpeaba el pecho porque reconocía que delante de Dios era culpable y lo que necesitaba era la misericordia de Dios, y el clamo por la misericordia de Dios, reconociendo que era merecedor del castigo.


El Justo por los injustos

Cristo padeció el justo el inocente por los injustos, los culpables, para llevarnos a Dios, ¿quiere ir al cielo?, después de la muerte tiene que enfrentar la realidad, nadie va a ir al cielo con su propia inocencia, porque no tenemos, laa en su cuerpo, cuerpo sobre el madero y que Dios lo castigó a él en vez de a mí.

La oferta de salvación, el señor se la presenta hoy, y Dios quiere que todos llegan al arrepentimiento, él quiere que todos llegan al conocimiento de la verdad, y la primera realidad es que no soy inocente delante de él, soy culpable, y necesito un Salvador y ojalá que pueda hacer lo que un muchacho de 6 años hizo, reconocer que sí eres culpable y necesitas un Salvador, Cristo Jesús es aquel Salvador el justo quien murió por los injustos para llevarnos a Dios. única manera que podemos ir al cielo es reconociendo que Cristo llevó nuestra culpa.


 

Deja un comentario

YouTube
YouTube
fb-share-icon