“pues yo ni lo recibí ni lo aprendí de hombre alguno, sino por revelación de Jesucristo.” Gálatas 1:12
Doctrina de hombre
Doctrina de Cristo
El evangelio es una constante. No importa cuando sea revelado en el transcurso del tiempo, ni a quien sea revelado. El evangelio es único y tiene una fuente, un origen, un autor. El evangelio es invariable.
La doctrina de hombre es lo que cambia y tiene que cambiar para mantener su apariencia de legitimidad. Por eso existen diferentes religiones, diferentes credos, diferentes filosofías, con cada uno declarando ser legítimo y verdadero aunque tiene que adoptarse a las variables de lugar y de tiempo.
La Palabra de Dios evidencia que existe solamente una verdad y que toda revelación de la verdad es conforme a la verdad. “Y los espíritus de los profetas están sujetos a los profetas;” 1 Corintios 14:32 y también “entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada, porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo.” 2 Pedro 1:20 – 21
Aunque Pablo no estuvo con los apóstoles cuando Jesucristo les enseñó su doctrina, lo que él aprendió por aparte, fue la misma doctrina. Pablo dice en Gálatas 2:6 – 7 “Pero de los que tenían reputación de ser algo… a mí, pues, los de reputación nada nuevo me comunicaron. Antes por el contrario, como vieron que me había sido encomendado el evangelio de la incircuncisión, como a Pedro el de la circuncisión”. El mensaje no era diferente, aunque fue dado en diferentes circunstancias, solamente la audiencia objetiva fue diferente.
Muchos quieren pervertir el evangelio, la doctrina, la verdad porque no les gusta. Desean andar conforme a sus propias ideas permisivas haciendo lo que bien les parece. La Palabra de Dios no es una seria de cuentos, ni de fábulas; la Palabra de Dios es verdad.
“Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que, teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias, y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas.” 2 Timoteo 4:3 – 4. Lo que contradice la Palabra de Dios, lo que no está de acuerdo con la Palabra de Dios, esto si es cuentos y fábulas.
Reflexión personal
Es muy fácil entender algo como yo quiero entenderlo. Un entendimiento preconcebido puede ser fatal porque no me deja ver claramente, es como una venda sobre mis ojos, sobre mi entendimiento. Lo importante es tratar de entender la cosa como es en realidad. No según lo que yo quiero entender sino entendiéndolo como tiene que ser entendido.
Oración
Padre, ayúdame a leer tu Palabra con el propósito de entender lo que me quieres enseñar. Tener “oídos para oír”.
Gálatas 1:12
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